Siega (Reseña 41)

Título original: Scythe

Autor: Neal Shusterman

Año de publicación: 2017

Editorial: Nocturna Ediciones

Páginas: 524

Saga: Sí (1/3)

Sinopsis:

Antes, las personas morían por causas naturales. Existían asesinos invisibles llamados enfermedades, el envejecimiento era irreversible y se producían accidentes de los que no se podía regresar.

Ahora, todo eso ha quedado atrás y sólo perdura una verdad muy simple: la gente tiene que morir.

Y esa es la tarea de los segadores. Porque en un futuro donde la humanidad controla la muerte, ¿quién decide cuándo y cómo sembrarla?

Citra y Rowan acaban de ser seleccionados como aprendices de segadores. ¿Su objetivo? Superar las pruebas de su mentor, sean las que sean.

Aunque en el proceso renuncien a todo lo que les hace humanos.

Opinión personal:

Citra y Rowan son dos jóvenes que estaban viviendo tranquilamente sus vidas hasta que un día el segador Faraday se cruza en su camino y les selecciona para ser sus aprendices. Es la primera vez que un segador toma a dos aprendices a la vez, por lo que los jóvenes ya no sólo tendrán que demostrarle a su maestro lo buenos que son, sino que tendrán que competir de una u otra manera entre ellos mismos.

La historia nos introduce en un mundo que podría no alejarse demasiado de nuestro futuro. Las enfermedades han desaparecido gracias al avance de la ciencia, las personas ya no mueren por causas naturales ni en accidentes, ya que se les puede revivir.

La única manera de que se produzca la muerte definitiva es si un segador acaba con tu vida. Los segadores son los encargados de mantener el equilibrio entre nacimientos y muertes, seleccionando a sus víctimas, cada uno según su método, y otorgando a la familia de estos un año de inmunidad para que ningún otro segador pueda matarlos al menos en ese periodo de tiempo.

La ambientación es una maravilla. En ningún momento crees estar en un mundo diferente al nuestro, sólo tiene algunas pequeñas variaciones, pero el hecho de que nuestro futuro pueda parecérsele un poco, lo hace todo mucho más real.

También me ha gustado mucho la relación entre Rowan y Citra, así como la que tienen con el segador Faraday, ya que son tres personas que en un primer momento no estaban destinados a conocerse, y sin embargo acaban compartiendo momentos que ninguno de ellos olvidará jamás, para bien o para mal.

Podemos ver también las diferentes maneras de educar en el arte de segar por parte de diferentes maestros, lo que da lugar a nuevos segadores con ideas muy diferentes. Algunos creen que su misión consiste en mantener el equilibrio, mientras que otros creen que están por encima de los demás y que su deber es gobernarlos, aunque sea mediante el uso de la fuerza y el miedo.

Otro elemento fundamental en la construcción de este mundo es el Nimbo, el encargado de controlar que el mundo entero esté organizado, no haya altercados, controlar las máquinas que mueven el mundo... todo menos el aspecto correspondiente a los segadores, la muerte. El Nimbo no puede interferir en los asuntos de los segadores, dejando así a la humanidad el control sobre la muerte. Todo lo demás se encuentra bajo el mandato del Nimbo, que controla mediante cámaras todo lo que ocurre, la información que se transfiere... nadie puede esconderse de él.

Ha sido, sin duda, una de mis mejores lecturas del año. Se lo recomiendo a todo el mundo, porque aunque sea ciencia ficción, esta es una situación que de alguna u otra manera podría llegar a producirse.

Nota en Goodreads: 5/5