The Hole Zero




Sinopsis:


THE HOLE ZERO es la nueva producción de la saga THE HOLE. En esta ocasión el show mezcla circo, cabaret, música y humor de una forma diferente alos anteriores espectáculos: Deja a un lado el cabaret europeo y la revista española para inspirarse en las fiestas disco de finales de los ’70 y principios de los ’80. Una fiesta en la que todos participamos y que en este show la vamos a vivir al más puro estilo THE HOLE: con un nivel insuperable en sus números y en la calidad de los artistas, con la música como un elemento indispensable dentro del show, con canalleo, un punto sexy, un importante factor sorpresa y diversión asegurada. Y cómo no, con una historia de fondo que actúa como hilo conductor de todo el espectáculo, que explica el origen de THE HOLE. Y es que llevamos entrando en el Agujero desde el año 2011, y ya va siendo hora de desvelar cómo se abrió.




Opinión personal:

No lo juzguéis antes de tiempo. Yo lo hice y en 2 minutos de espectáculo ya me estaba tragando mis palabras. No es un espectáculo erótico, es mucho más.



Está claro que tiene una temática erótica que se puede apreciar desde el primer momento en el vestuario de los artistas, en algunos comentarios y en el tipo de canciones elegidas. Sin embargo, priman sobre ello la música en directo, los bailes, los discursos humorísticos y los números acrobáticos. Hay momentos en los que consiguen que se te encoja el corazón por los nervios, pero me gustó ver que en las acrobacias mantenían la máxima seguridad posible: asegurando las estructuras, sujetándose con un arnés, poniendo colchonetas especiales o usando una red de seguridad.




En este espectáculo no siempre encontrarás lo mismo, ya que el Maestro de Ceremonias va cambiando, al igual que algunos de los artistas que forman parte de la compañía. En mi caso tuve el placer de disfrutar del último espectáculo en el que trabajó Txabi Franquesa, en el que lo dio todo e hizo que todos los presentes nos volcáramos con ellos. 

La historia sobre la que gira todo el cabaret está ambientada en la nochevieja de 1979 en Nueva York, concretamente en Estudio 54. La música y el decorado nos transportan a esa época, aunque, como en mi caso, no la hayamos vivido.

Lo más espectacular que me ha parecido ha sido la música en directo. Todos los cantantes tienen voces impresionantes, y hacen unas versiones de las canciones en las que pasan rápidamente de una a otra haciéndolas combinar a la perfección. También me han gustado mucho los momentos humorísticos, que no eran pocos. Tanto los monólogos de Txabi, en los que interactuaba con el público, como varios momentos en los que algunas personas eran llevadas al escenario para formar parte de la experiencia. Las risas están aseguradas.

En cuanto a los números de los acróbatas, van de menos a más. Al principio son "sencillitos" (para mi no, obviamente) pero poco a poco van aumentando la dificultad... y en los últimos números acabas casi con el corazón fuera del pecho.

Sin duda es un espectáculo digno de ver y de disfrutar. Está claro que está dirigido a un público mayor de edad, pero salvo por eso... merece muchísimo la pena.

Nota final: 9/10

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